lunes, 7 de enero de 2013


             ¡Castañas!... ¡Castañas de Verín!

                               de Jesús "O Mentireiro"

  • Eran los años que van desde el final de la Guerra mundial, Agosto 1945,  que el buen Jesús (nunca supe porque le llamaban "O Mentireiro"), vendía las castañas a la puerta de los cines. El con su máquina asadora y las hermanas, otro tanto. Después juntarían la recaudación y... ¡A contar los cuartiños! Una de las hermanas vendía las castañas, pero cocidas, con mucho aroma a los anises que a mí, particularmente me encantaba.
  • Esta familia, se dedicaba también al sacrificio de corderos y similares, porque tenían un puesto (o dos) en la Plaza de Abastos de Vilagarcía. Vivían en el Barrio del Castro en una casa de dos pisos y bajo. La mejor que había por allí, por cierto. Creo que estaban todos solteros, los castañeiros, a pesar de que me parece que una casó con un funcionario de la Electra. Aquéllos inspectores que se dedicaban a olfatear las "trampas" que había en las casas para no pagar tanta luz. Era raro en aquéllos tiempos que no hubiera algo de esto. ¡Palabra!

  • En la casa donde yo viví, teníamos trampa, porque el inspector no tenía acceso a la vivienda en una casa con huerta toda cerrada. Teníamos perro y esto hacía lo posible para que te avisara de cualquier novedad. Por la mañana, se quitaba y durante la noche no consumíamos luz. Éramos como Bankia, pero en pequeño. Todo el mundo robaba, porque "aquéllo era negro". En fin, aclarado.".
  • Volviendo al negocio de la castaña, diré que era de muy buena calidad, como corresponde a la gente que la vendían. Siempre fueron caras, porque en aquél tiempo había poco dinero, pero mucha hambre. O sea que la clientela estaba en la entrada del cine Arosa, Fantasio y Cervantes. No había competencia. Todo era de la "Casa dos Mentireiros". El Cine Arosa fué el último en ser inaugurado y de los otros ya sabemos que eran cines de mucho prestigio. Buenas butacas y casi siempre perfumado de un modo que  ya  considerabas como tuyo, aquél aroma.
  • Con muy pocos años recuerdo haber ido al cine con mis padres. Era una película de Imperio Argentina, que en aquél tiempo tenía mucha aceptación. El sonido no era muy perfecto, pero ya sabemos que todo aquéllo eran "españoladas" en todos los términos. Era en el cine Fantasio y aquéllos colores de luces siempre me gustaron mucho, de chico y chico con barba. La última película que ví allí, se titulaba "Moby Dick", con Gregory Peck, hace unos 35 años ó más... Me gustó mucho. Y tengo ese recuerdo del Cine Fantasio, el último.
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  • Del Cine Cervantes, recuerdo su magnífico "gallinero". Donde íbamos toda la pandilla. En el descanso, salíamos al Ambigut a fumar. Eramos chicos de 14/15 años y el presupuesto no daba para mucho más. Mi padre trabajaba en el Banco de La Coruña, pero no era Don Rodrigo Rato, ni Don Emilio Botín. Está claro. Pero desde "General" se veía muy bien. Hasta que empecé a salir con una chica, no fui a "Butaca". No podía llevar a la novia "arriba", ya me entienden, aquéllo no estaba bien visto y era normal que la gente pensara así.Y yo era muy formal.
  • Otro día hablaremos, otra vez, del Cine Cervantes. Hay mucho que decir. ¡Síiiiii!

    Cousas de Eduardo                                                                                           

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