domingo, 16 de diciembre de 2012

Anclas del muelle

                 
Vilagarcía de Arousa, Paseo de las Anclas  -  Agosto 2012

Este muelle está ocupando el solar del antiguo Muelle de Hierro de la ciudad. Era el centro fotográfico de las cámaras a la hora de sacar fotos. Era el escondite de las parejas que se acercaban a ese muelle para susurrar al oído esos secretos que ellos dos, murmuban. Era también el lugar ideal de niños y viejos, adolescentes y matrimonios. Sólo faltaba allá en la marquesina un Bar o Café para cobijarse de los inviernos y los calores del verano. Si esto se hubiera llevado a cabo, seguro que se haría notar en cines y salas de espectáculos. Allí se estaba muy bien y con unas estufas en invierno, mejor allí que en otro sitio. Seguro. Quién tuviera aficiones de pesca, allí lo pasaba bien y no perdías el tiempo. Podrías llevar la cena.

Ignoro si las medidas son las mismas que nuestro viejo muelle, que tenía unos 420 ó 430 m. de largo (?). El desguace me cogió fuera de mi pueblo, pero seguro que si lo veo, alguna lágrima se perdería sin pena, ni gloria. Yo siempre estuve enamorado del mar y poco faltó para que me ganara la vida en un barco. Cuando casi lo tenía decidido, llegó a esta casa la cigüeña que trajo desde París a nuestro hijo Eduardo. Entre el chico y las lágrimas de la madre, me convencieron para que aparcara para siempre la idea. Había ido a Holanda para conocer de cerca los barcos que serían mi "casa", cuando estaba sobre el mar. La ciudad que visité era Rotterdam, que me causó una impresión muy positiva. Esta era una ciudad muy industrial y con un tráfico marítimo impresionante. Las instalaciones portuarias no tienen nada que envidiar a los mejores puertos del mundo. Lo nuestro (español) es como la nada.

Me encontré allí a muchos gallegos que esperaban la mejor oferta de trabajo en los barcos para poder embarcar. Los marineros eran casi todos gallegos, pero también había griegos, que tenían "aire" de gallegos por la imagen. Pero sabían español. Hice buenas migas con unos y otros que lo acompañaban y que estaban a punto de embarcar con éxito, porque no todos los barcos ofrecen las mismas garantías... El sueldo, las comidas, incluso el número de horas que debes trabajar. Recorren el mundo sin poder salir del mar. No ven ninguna ciudad donde el barco para, por eso se dice aquéllo que no conocen el mundo por donde andan porque no ponen el pie fuera del barco. Sólo ven el mar y los barcos con los se cruzan o coinciden en los muelles. "Viajan mucho, pero también viajan las maletas y no aprenden nada"... Por algo será.

Había en Rotterdam un Centro de acogida para marineros españoles.mejor diría gallegos) y allí se celebraban bailes los sábados tarde y domingos a la misma hora. Creo que a los jueves había también más de lo mismo. Como fueron tantos años los transcurridos, no me acuerdo mucho de esto. Las chicas que venían a bailar eran casi siempre chicas españolas o gallegas. Pero se lo pasaban muy bien. El Centro se llamaba Stella Maris (Estrella del Mar) traducido. No pagaban nada los asistentes. Había dirección religiosa y creo que eran evangélicos (protestantes). Los músicos creo que no cobraban. Total 2 horas cada día de fiesta en el Centro Stella Maris.




No hay comentarios:

Publicar un comentario